La digitalización facilita la operación de los procesos financieros y, soluciones como la firma digital, se han consolidado como herramientas básicas para aumentar la productividad de las financieras y microfinancieras, garantizando la gestión y firma de documentos en línea.
Esta herramienta ha demostrado ser útil para agilizar operaciones, aumentar la rentabilidad y mejorar los flujos de trabajo. La firma digital hace que sea más simple autenticar un documento, ya que utiliza medios informáticos para completar una solicitud de consentimiento, representando la voluntad de una persona de aceptar, aprobar o estar de acuerdo con el contenido de un documento electrónico.
Algunas ventajas de la firma electrónica son:
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Acelera procesos al reducir el papeleo.
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Evita errores al automatizar los procesos: automatiza propuestas, contratos y otros documentos para clientes, lo que trae un ahorro de tiempo, dinero y aumenta la competitividad.
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Disponibilidad, ya que se puede acceder desde cualquier dispositivo y en cualquier momento.
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Los contratos se pueden devolver en menos tiempo, haciendo los procesos más eficientes.
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Es altamente segura, confiable y mucho más rápida que el proceso con pluma y papel.
Seguridad
Sabemos que las firmas autógrafas pueden falsificarse con mucha facilidad, sin embargo, la firma digital emplea un ID a partir de un certificado. Así, al firmar digitalmente, la identidad de la firma se vincula de forma exclusiva a la persona firmante por medio de un conjunto datos electrónicos que van ligados a un documento para identificar al autor de la firma y asegurar su integridad, ya que posee un sinfín de capas de seguridad con datos que actúan como registro de auditoría y prueba de transacciones. Este registro incorpora el historial de acciones que han sido tomadas en el documento, entre ellas, la apertura, la lectura, la firma y la posición geográfica.
De esta forma, la firma digital cumple con las siguientes características:
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Autentificación de origen: se puede reconocer a quien haya realizado la firma.
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No repudio: el firmante no puede negar que haya firmado digitalmente el documento.
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Integridad: se verifica que el documento no haya sido alterado tras ser firmado.
Algunos datos indican que el 83% de las transacciones con firma electrónica se completan en menos de 24 horas y el 50% en 15 minutos, en comparación con los días o semanas que puede llevar la firma de documentos en papel. Por otro lado, Capgemini Consulting halló que, en promedio, los líderes digitales tienen: 26% más rentabilidad, 9% ingresos más altos y 12% mejores valoraciones.
Sin duda alguna, la incorporación de la firma digital al sector financiero es de gran importancia, pues representa un avance importante hacia la automatización de procesos.
